Escritos ¿Qué es la infancia?

La infancia como la conocemos hoy en día es una idea o concepto construido recientemente, que responde a unos intereses adultos y formas de concebir el mundo de acuerdo al contexto histórico, social y cultural de cada época.

Reúne todas las formas particulares que construimos los adultos sobre el decir y hacer de los niños. Por eso decimos que no es una noción estática y que haya existido desde siempre, si hoy sobreabundan ideas tan variadas de la infancia como etapa o periodo de vida que está atravesado por unas representaciones del niño como un sujeto particular, creativo, diverso, inocente, frágil, curioso y que claramente está delimitado por unas relaciones de autoridad entre el mundo adulto e infantil es porque han sido producto de un sistema de creencias socioculturales sobre lo que es ser niño(a).

Mucho hemos escuchado sobre las periodos de edad y características que agrupan cada momento de la vida desde que se nace, también sobre las diferencias cognitivas, emocionales y fisiológicas del niño y del adulto y por supuesto de las necesidades de los niños durante cada momento en su neurodesarrollo, no es nuestra intención ahondar sobre los elementos de análisis y disciplinas específicas de estudio en torno a la infancia, lo que sí nos interesa es poner en cuestión la mirada lineal de una infancia universal, homogénea e inmutable.

Lo que actualmente conocemos del niño como un sujeto de derechos, ha marcado un punto de ruptura con otros momentos históricos en los que no existía ni siquiera la idea de niñez, la palabra niño no aparecía en el vocabulario de la gente y tampoco en el discurso médico, psicológico, pedagógico o familiar, la primera palabra mas cercana que conocimos en la historia relacionada con los niños era infante que viene de la raíz “infantis” y significa el que no habla. Por eso no basta con decir a grandes rasgos qué es una etapa que transcurre entre el nacimiento y la pubertad de alguien, que requiere de ciertas prácticas de cuidado y que está marcada por el desarrollo mental y físico que diferencia al niño del adulto.

La infancia contemporánea más allá de representar un sujeto inscrito en la familia, la escuela o la comunidad, más allá de ser un objeto de intervención institucional desde las diversas disciplinas o políticas, es un sujeto de saber, histórico y político, inscrito en una cultura que ha estado marcada por las relaciones de poder entre los adultos y los niños. Es necesario trascender las comprensiones adulto-centristas que han primado históricamente en la conceptualización de la infancia, desligandose de las ideas sobre los niños(as) que no dejan ver plenamente su cotidianidad, capacidades y potencial.

Por esta razón el niño(a) no es un ser caracterizado por su inmadurez física o mental, es un sujeto único e irrepetible, capaz de reflexionar, crear y transformar su realidad desde su protagonismo y agencia, que no se reduce exclusivamente a ser un sujeto receptor de derechos desde la institucionalidad, sino que por el contrario se reconoce su rol participativo y emancipador desde sus saberes previos.

La infancia merece ser reconocida como una categoría construida de acuerdo a la historia, la sociedad y cultura de cada época frente a la cual subyace una serie de imaginarios y prácticas que dan cuenta del decir y el hacer frente a la niñez. En la actualidad es necesario reconocer la diversidad, pluralidad y heterogeneidad de los niños inscritos en culturas y contextos socio-políticos que estructuran sujetos, pero quienes a su vez son capaces de recrear y transformar su propia realidad social.

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