Escritos La relevancia de la Narrativa en la Infancia

Luisa Moyano

5 min
La relevancia de la Narrativa en la Infancia

Los cambios y transformaciones de nuestra época, enmarcada en la profunda frivolidad y manipulación de los medios, la ruptura de vínculos y la inmediatez del consumo virtual, nos muestran que una de las tareas más desafiantes y relevantes en la educación de la infancia tiene que ver con la capacidad creativa que como padres, docentes, cuidadores o adultos responsables construimos para dotar de sentido y riqueza simbólica las experiencias que vivimos junto a los niños(as).

Continuamente se asiste a un panorama en el que la infancia pierde entusiasmo por las cosas esenciales a su razón de ser, el gusto por el arte, el juego como medios de creación, expresión y conexión con el otro, con la vida, con el mundo que nos rodea, así como la imaginación, fascinación y curiosidad que atrapan las historias leídas, contadas, escuchadas o narradas se desvanecen de la cotidianidad de los niños(as), quienes por el orden de lo preestablecido, de lo normativo, y del carácter ajeno a su realidad o simplemente plano y aburrido de los contenidos formativos, en los ejercicios narrativos, lúdicos, artísticos o científicos transmitidos tanto en casa como en la escuela de forma poco reflexiva conllevan solamente a la pérdida de interés por la literatura, el arte, los relatos, el juego, la curiosidad y cuestionamiento de su realidad, como formas válidas para la construcción de sentido sobre el mundo.

Estos fenómenos mencionados anteriormente, son instrumentos esenciales para la formación psíquica, pues preparan la psique del niño para la complejidad del mundo externo, transiciones que tendrán que enfrentar en diferentes momentos de su vida y que posibilitan no solo el manejo de sus frustraciones narcisistas y el encuentro con el “otro” diverso (la cultura) que nos contrasta constantemente, sino que le permiten comprender los problemas existencialistas con los que todos lidiamos y las ventajas del desarrollo moral no como algo deseado sino como una conducta atractiva, según lo expresa Bettelheim (1994), siempre será más simpático para un niñ@ la figura del héroe que la del villano, pues las batallas, sufrimientos y luchas que enfrentan se asemejan a las que internamente vive el niño, en las cuales sale victorioso por sí mismo, alcanzando una identificación moral con aquel personaje; también posibilitan la construcción de habilidades necesarias para el manejo de emociones y dificultades que pueden ser resueltas en cualquier sociedad.

En ese orden ideas considero que las narrativas (desde la literatura y el relato oral) como formas en que narramos y contamos el mundo y la cotidianidad de nuestras vidas, son actos de vital seriedad y pertinencia social en la formación de la infancia, pues constituyen no sólo un modo de conocer y dar sentido al mundo en que vivimos, sino que posibilita entrar en diálogo permanente con nuestra realidad externa, con el no yo, con la diversidad de la cultura como espacios en los cuales se construye y se transforma constantemente nuestra identidad, vista no solo como un producto de la cultura sino como un proceso que emerge entre lo establecido y la particularidad subjetiva de cada sujeto, por ende las narrativas como lo señala Bruner (2013), son los dispositivos por excelencia de intercambio de una cultura, donde se concretan formas de vida en común con rasgos profundamente heterogéneos dando lugar a la pluralidad de relatos, estos últimos son las formas de expresión narrativa que empleamos como discursos o manifestaciones desde lo oral, escrito o representativo para interpretar, comprender y dar sentido a los acontecimiento humanos y lo inesperado de la vida.

Los relatos de los niños, como creaciones propias del sujeto según Santamaría (2007), siempre dan lugar al pensamiento divergente y al cambio social, pues escapan del orden establecido, de lo esperado, situándonos en el plano de lo posible, se convierte en un dispositivo de conocimientos del mundo, de la realidad o contexto en el que viven los niños(as), narrar representa una forma de pensar que nos adiestra en lo imaginativo desde la relacion futuro-pasado pero también en la creación de mundos alternos. Por otra parte los relatos como formas de aprehender y de relacionarnos socialmente, están motivados por el interés y placer de contar historias, por la forma de narrar y de ser escuchados aunque las estructuras y formas de organización de los relatos infantiles sean completamente heterogéneas tendrán siempre presentes las relaciones dicotomías entre: universal o cultural lo central o periférico, lo necesario o facultativo, lo planificado o espontáneo y lo extraño o familiar, como formas de ver y comprender la realidad contada en los relatos, sobre acontecimientos o circunstancias del mundo de los niños(as).

Es importante resaltar el valor e importancia que como adultos sin importar el rol que tengamos en relación con la infancia, otorgamos a las narrativas tanto literarias, orales y escritas en la interacción con los niños(as), pues de ellas se desprenden comprensiones de significados y sentidos otorgados a la vida y complejidades del mundo en que se encuentran, reconociendo que enfrentamos la necesidad de escuchar y apreciar lo simple, corto o vasto de las historias que nos cuentan los niños(as) cotidianamente, desde posturas alejadas del adultocentrismo donde creemos que existe una verdad única y válida y terminamos desconociendo o invisibilizando su voz, pensamientos, sentimientos, deseos y conflictos internos los cuales son canalizados muchas veces a través de lo que narran y de la forma en que lo hacen, es desde allí que argumentamos que el relato representa una experiencia fundante en el niño(a) pues le permite hablar de su vida, de lo que le sucede y de las relaciones que establece con otros.

Referencias

Bettelheim, B. (1994). Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Barcelona, España: Crítica Grijalbo Mondadori Santamaría, F.A. (2007). Juegos del lenguaje, creación y diversidad en relatos de niños y niñas de 5 a 13 años de escuelas públicas de Bogotá. En F.A. Santamaría., y M.H. Barreto. (Ed.), Lenguaje y Saberes Infantiles. (pp. 13-26). Bogotá, Colombia: Cátedra UNESCO en Desarrollo del Niño