Escritos Bitácora cuarto encuentro literario Zipaquirá-Rio Frío
En este encuentro exploramos nuevas formas de acercarnos a la literatura. Inicialmente partimos con una canción de saludo importante para iniciar nuestros encuentros porque la interacción y juego que realizamos a través de estos cantos nos permiten reconocernos , porque nos presentamos, nos permite participar porque todos interactuamos de una u otra manera y también nos permite aprender nuevas palabras y lenguajes con las representaciones.
En este encuentro, contamos con gran asistencia de niños y niñas de la vereda lo que nos permitió escuchar nuevas voces y nuevas perspectivas sobre las historias. En esta ocasión compartimos textos que se encuentran en línea desde la red Maguared: cultura y primera infancia en la red. Desde allí se pueden leer textos en pdf, audiolibros, juegos, actividades y encontrar textos interactivos. En esta ocasión y por motivos técnicos compartimos algunos textos que se encuentran en pdf, la dinámica fue la misma que con los libros físicos, los presentamos a los participantes y cada uno de ellos seleccionó uno de su preferencia.
El ver los libros en gran formato proyectados brindó una experiencia diferente en la que las imágenes se convirtieron en parte del paisaje que nos rodea en las paredes de nuestra nidoteca. En esta ocasión el centro no estuvo en nosotras como lectoras de estas historias y se transportó a los muros del espacio y la lectura transformó a todos como oyentes y testigos de los acontecimientos que sucedían en las historias.
Y aunque en nuestro encuentro compartimos otras formas de ver los textos, también hubo espacio para los textos físicos, y en esta ocasión resaltamos un libro que compartimos por primera vez en nuestra hora del cuento, este libro (también prestado) ¿Conoces a Pippi calzaslargas? de Astrid Lindgren. A lo largo de la historia nos cuentan las actividades que realiza una niña que vive sola y esto nos permitió interactuar con los chicos acerca de las actividades que pueden realizar o no en sus casas, en sus fincas y encontramos que algunos de ellos asumen responsabilidades de cuidado con sus hermanos mientras sus padres están en labores de la finca. Este compartir historias de la casa de las maneras en las que conviven e interactúan en casa y sus rutinas nos llamó la atención pues son dinámicas particulares que nos gustaría llegar a conocer más y escuchar de sus voces.
Para finalizar el encuentro cerramos con una ronda de juego con las manos, ronda que hemos estado compartiendo en otras ocasiones y lo acompañamos un baile, estos momentos nos permiten realizar un cierre de la actividad de manera más amena porque compartimos con los padres, los niños y las niñas.